Esta
se preocupación se expresa en la letra de una canción popular escrita por Janis
Ian. La autora tuvo un premio Grammy en el año 1976, por esta composición
titulada “A los diecisiete”. A continuación aparece escrita la letra de la
canción, con el fin de demostrar cómo los sentimientos de inferioridad se
reflejan a través de la misma.
Me enteré de la verdad a los
diecisiete
Que el amor era sólo para las
reinas de belleza
Y para las chicas de escuela
superior que lucían sonrisas perfectas y un cutis terso
Que se casaban aun siendo muy
jóvenes y después se retiraban.
Las postales de San Valentín
que nunca recibí,
Los juegos de pantomimas de
juventud de los viernes en la noche,
Fueron disfrutados por otras
más bellas que yo;
A los diecisiete, supe la
verdad.
Y las que tenemos los rostros
marcados
Permanecimos en casa,
desesperadas,
Con la ilusión de enamorados
imaginarios
Llamaban por el teléfono para
invitarnos a salir,
Y musitaban confusas palabras
obcenas.
Todo no es, lo que parece
ser, a los diecisiete.
A las que sabemos lo doloroso
que es no recibir postales
De San Valentín,
Y nunca escuchar que llamaban
nuestros nombres
Al escoger jugadoras para
formar los equipos de baloncesto.
Fue hace mucho, mucho tiempo,
y en un lugar muy lejano;
El mundo era entonces mucho
más joven
Y los sueños era lo único que
se regalaba
A los patitos feos como yo
Aunque
no conozco personalmente a Janis Ian, sí
estoy seguro de algo muy importante respecto a su persona: ella también ha
estado en el fondo del abismo de la inferioridad. No habría podido componer
esta canción si no hubiese experimentado este sentimiento de insuficiencia en
su juventud. Janis habla en nombre de millones de adolescentes, cuando dice:
“las que tenemos el rostro marcado” (con granos y espinillas) y “las que nunca
escucharon sus nombres al escoger jugadoras para formar los equipos de
baloncesto”. Espero que tú nunca
llegues a formar parte de este enorme grupo de personas desilusionadas que
aprenden tantas dolorosas lecciones “a los diecisiete”.