Entonces, ¿Qué vas a hacer? No puedes retroceder porque auto
no tiene el cambio para dar marcha atrás. Ninguno
de los autos que viajan por esta carretera puede retroceder. Es lo mismo que
tratar de dar marcha atrás en la autopista- sencillamente es imposible. Así que
le preguntas al hombre de la bandera: - ¿Qué hago? – Y él le contesta -: Bueno,
tienes esta alternativa. Continúa hacia adelante, pero conduce despacio y con
mucho cuidado y estáte pendiente del puente destrozado en la carretera. Cuando
llegues allí, gira derecha, y sigue hacia el sur, una o dos millas aproximadamente.
Entonces llegarás a un desvío que deja a un lado el abismo y empalma con la
carretera principal nuevamente. No tienes que caer en ese hueco, puedes
evadirlo, así que, maneja con cuidado y buena suerte.
Ahora voy a explicarte el significado de esta historia. El
automóvil que conduces simboliza tu propia vida. Lleva el nombre escrito en la
puerta. En realidad, posee todos tus rasgos y características personales. Éstas
conduciendo este auto deportivo por la carretera de la vida, y te diriges rumbo
a la madurez. Y resulta que yo soy
ese hombre que está parado junto a la carretera, sujetando la bandera. La agito
de un lado a otro, y sostengo en alto un aviso de peligro, y te estoy haciendo
señas para que te detengas. Quiero advertirte que más adelante, hay un
obstáculo en la carretera – un “abismo” en el que cae la mayoría de los adolescentes cuando estos se dirigen camino a la
madurez. Este problema no se le presenta únicamente a algunos adolescentes,
casi todo el mundo tiene enfrentarse al mismo, de una manera u otra, durante la
adolescencia.
Una vez logro detenerte, me acerco al auto y apoyándome en
la ventana, te comunico que muchos jóvenes han arruinado sus vidas al caer por
ese oscuro barranco, pero que puedo mostrarte la forma de evadir el peligro
–desviándote por otro lado.