Este es el proceso natural y necesario que se sigue al
abandonar la niñez e iniciar la vida de adulto.
Sin embargo, desgraciadamente no puedes madurar de repente. Primero tienes que abandonar
gateando, tu protegido mundo infantil, y es ahí, precisamente, donde a menudo
comienzan los problemas. Habrá momentos en que la vida te dará una fuerte
nalgada, por así decirlo, como sucedió al principio. Y tal vez hasta sientas
que de vez en cuando estás colgando por los pies. Surgirán nuevos temores y
nuevos problemas, y el mundo nunca más será el lugar seguro que solía ser. Pero
es un mundo emocionante, y será uno mucho mejor, si sabes lo que debes esperar.
Concluía la introducción, pues, pasemos a describir algunas
de las nuevas experiencias que están a punto de producirse. Pronto
experimentarás algunos de los momentos más emocionantes de tu vida (¡y varios
de los más alarmantes también!). Hablaremos acerca de las cosas que más
preocupan a los adolescentes- los sucesos que a menudo resultan más
inquietantes. Quiero que con mi ayuda llegues a conocer mejor tu mente, tus
sentimientos, tus emociones, tus actitudes, tu cuerpo, tus anhelos y tus
sueños; que sepas quién eres, hacia dónde vas, y cómo llegar, y cuáles son las
cosas con las que has de enfrentarte en los años venideros. Hablaremos sobre
estos temas con toda franqueza; no habrá aspecto alguno que sea demasiado
delicado o difícil de abordar, siempre y cuando, el mismo, tenga que ver con
los jóvenes entre las edades de los doce y los veinte años.
A medida que vayas leyendo algunas publicaciones, espero que
sientas el deseo de tratar estos temas más a fondo con alguna persona a quien
le tenga confianza. Este apenas será el principio; comienza a formular tus
propias preguntas, a expresar tus inquietudes y a hacer que el proceso de
crecimiento se convierta en un evento muy personal en tu vida.
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