Puede decirse que la adolescencia comienza con la aparición de los primeros signos de diferenciación sexual de carácter secundario (los cambios en la voz, el vello en el cuerpo, los órganos sexuales, etc.) Si estos cambios físicos son espectaculares, los cambios psicológicos que experimenta el individuo no lo son menos.
Durante la adolescencia el individuo completa su crecimiento, adquiriendo la estatura definitiva que tendrá de adulto.adolescentes suelen ser siempre las mismas pero su aparición, su ritmo y su amplitud varían considerablemente de unos a otros, dependiendo de factores ambientales, nutricionales o hereditariosLa misión de las personas que se ocupan de la educación de los adolescentes es fomentar aquellas capacidades que más se desarrollan en esta etapa de la vida: el pensamiento abstracto, la aptitud creadora o el espíritu científicoSu afán por la perfección se traduce en una beligerancia contra la familia y un refugio en un grupo donde puede mostrarse sin tapujos, tal como es, expresar sus ideas y reafirmar su personalidad. La influencia de ese grupo de amistades es determinante en el tipo de actitud que el adolescente adopte con respecto a la sociedadEs fundamental, por tanto, el apoyo familiar continuo para el desarrollo adecuado de la personalidad del adolescente. Este debe tomar sus propias decisiones como individuo adulto, pero sin olvidar que la familia debe darle todo el respaldo y seguridad posible para que estas sean lo más correctas posiblesUno de los principales cambios que se viven en la adolescencia tiene que ver con la aceptación y adaptación al nuevo cuerpo, ese cuerpo que es muy diferente al que teníamos de niño o niña. Todos los cambios físicos, y la rapidez con que se viven, generan sentimientos de preocupación y ansiedad. ¿Será normal lo que me está pasando?, ¿por qué mi cuerpo se ve tan raro?, ¿por qué ahora me muevo con torpeza?, ¿les pasará lo mismo a otras/os?…La nueva apariencia no solo modifica la relación y la imagen que se tiene de una/o misma/o, sino que también produce cambios en las relaciones con las otras personas. Esto porque al dejar atrás el cuerpo de niño o niña, las personas adultas te perciben de manera diferente, y esperan que “si tu cuerpo es de adulto, actúes como adulto“, lo que puede causar problemas si se delegan responsabilidades para las que emocionalmente no están preparado.Otro proceso propio de la etapa adolescente es la adquisición de nuevas capacidades de pensamiento. Lo que sucede es que en la infancia, se tiene un pensamiento de tipo concreto, es decir centrado en una sola cosa a la vez y basado en el aquí y ahora de la realidad (lo que se ve). En cambio, en la adolescencia se adquiere una forma de pensar de tipo formal o hipotético-deductivo, con la cual se puede razonar e ir más allá de las experiencias concretas.Pero reflexionar, no sólo sirve para contradecir, sino que también les permite analizar experiencias, sacar conclusiones y tener una conciencia más realista. Además, en la adolescencia se re-construye la identidad, es decir, se busca la respuesta a la pregunta ¿quién soy?, mirando hacia atrás (o sea hacia lo que ha sido su vida) y reflexionando sobre las nuevas experiencias adquiridas.